viernes, 19 de junio de 2009

Oración del Levante UD en su visita a la parroquia del Rosario (9-junio-2004) con motivo de su ascenso a primera división

Señor:
En el estadio todos juegan, aunque sólo uno gana.
Los futbolistas del Levante Unión Deportiva
aquí estamos con nuestro triunfo,
signo de una larga vida vivida con lucha, esfuerzo y trabajo.
Con esta plegaria a los pies de tu Madre Nuestra Señora del Rosario, en estos Poblados Marítimos nos unimos, como un grandioso coro, para expresarte un himno de alabanza y acción de gracias.
Queremos dar gracias a Dios por el don del deporte,
con el que como hombres ejercitamos nuestro cuerpo,
nuestra inteligencia y nuestra voluntad,
reconociendo que estas capacidades son dones del Creador.
Queremos vivir una vida deportiva como afirmación de los valores más importantes de los hombres como la lealtad,
la perseverancia, la amistad, la comunión y la solidaridad.
Queremos que el fútbol se difunda en todos los rincones del mundo, superando la diversidad de culturas y naciones.
Queremos convertir el fútbol en ocasión de encuentro y de diálogo, superando cualquier barrera de lengua, raza y cultura.
Queremos que el fútbol pueda dar una valiosa aportación
al entendimiento pacífico entre los pueblos
y contribuir de esta forma a que se consolide en el mundo
la cultura de la vida, del servicio y del amor.
Que busquemos, Señor, día a día, la ocasión de encontrar
un nuevo impulso creativo y estimulante,
para que el fútbol responda, sin desnaturalizarse,
a las exigencias de nuestro tiempo:
un deporte que tutele a los débiles y no excluya a nadie,
libere a los jóvenes del riesgo de la apatía y de la indiferencia, y suscite en ellos un santo espíritiu de competición;
un deporte que contribuya a hacer que se ame la vida
y que eduque para el sacrificio, el respeto y la responsabilidad,
llevando a una plena revalorización de toda persona humana.
Señor Jesucristo, ayúdanos a ser tus amigos y testigos de tu amor.
Ayúdanos a poner en la ascésis personal el mismo empeño
que ponemos en el estadio;
ayúdanos a realizar una armoniosa y coherente unidad
de cuerpo y espíritu, para alcanzar tu inestimable premio:
Una corona que no se marchita y que dura para siempre. Amén
Antonio DIAZ TORTAJADA

El Corpus del Patriarca, un monumento de Exaltación a la Eucaristía que muy pocos valencianos conocen

Ayer presencié la Octava del Corpus. ¡Qué gozada!. Aún tengo el bello de punta. Con qué sobriedad pero con qué recogimiento y elegancia. Razón tenía el Patriarca cuando 'inventó' está Fiesta en honor a lo más preciado que los católicos tenemos: la Eucaristía.

La música gregoriana que antecede a la procesión claustral es todo un monumento para los oídos de ahí que la Capilla prácticamente se quede pequeña de tantos como quieren asistir a ese goce que supone las vísperas, en gregoriano y completas en polifonía, a ocho voces, del Corpus Christi que, para la ocasión, interpreta de forma y manera magistral el Coro del Patriarca.

La grandeza de la Ceremonía es que hoy, en pleno siglo XXI, se interpreta tal y como se hiciera en tiempos de San Juan de Ribera (1532 - 1611, en pleno siglo XVI) lo que realza todavía más la importancia de esta fiesta tan singular.

Así, los capellanes y seminaristas del Real Colegio Seminario, siguiendo uno de estos ritos, ofrecieron por la mañana, tras la misa de las 10 horas, un total de 12 ramos de espigas al Santísimo, que permaneció expuesto en el altar mayor de la capilla para la devoción popular.

De igual modo, esos mismos capellanes y seminaristas del Real Colegio Seminario participaron en el “Canto de los Alabados”, también del siglo XVI, mientras caminan en procesión hacia el altar mayor para adorar al Santísimo Sacramento.

La procesión fue presidida por el obispo de Ibiza y antiguo colegial Vicente Juan Segura y, antes de la custodia pero en un sitio relevante el rector del colegio, Miguel Navarro, todo un erudito en la familia de los Borja especialmente en la figura de Calixto III . La Misa conventual fue presidida por otro antiguo colegio el obispo emérito de León Antonio Vilaplana, uno de los prelados españoles que tiene subrayado este día en su agenda y que si no es por enfermedad nunca falla.

¿Sentimientos?. Uno la verdad no sabe qué decir. Solo apunta una cosa: que ningún valenciano debería de dejar de presenciar aunque solo fuera una vez en su vida esta magna y grandiosa Fiesta que en honor a la Eucaristía realiza todos los años el Colegio del Corpus Christi que, para la ocasión, luce sus mejores galas. Si acuden el año que viene ya verán cómo no me paso ni un solo ápice de cuanto estoy diciendo.

No quiero terminar sin hacer en voz alta mío un pensamiento ¿podría ser alguna vez la Octava del Corpus del Patriarca, 'Obra Maestra de Patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad', lo mismo que es el Misteri d'Elx, por poner un ejemplo?. Salta a la vista la importancia que tiene, la grandiosidad no exenta de sentido litúrgico que conlleva y que estamos, no lo olviden, ante una obra que tiene ya más de 400 años de vigencia.

El Colegio prepara una gran fiesta para el 2011. No estaría nada mal que para entonces este nombramiento estuviese resuelto. Sería un motivo más para no dejar de acudir a ver lo que siempre digo cuando hablo de la Octava del Corpus, un monumento sonoro y litúrgico a lo más importante que tiene el católico: la Eucaristía.

jueves, 18 de junio de 2009

Mons D. Carlos Osoro presidió la procesión del Corpus con el rosario entre las manos

Domingo 14 de junio. Solemnidad del Corpus Christi. Procesión del Corpus. Era la primera de mons. D. Carlos Osoro como arzobispo de Valencia. D. Carlos, como manda el ritual, iba sin mitra, solideo ni báculo. La máxima representación en la citada procesión era el mismo Jesus Sacramentado que se ofrecía desde la Custodia a la gente de Valencia.Tras la custodia -se dice que es la más alta y grande del mundo- iba el arzobispo de Valencia. Serio, manos entrelazadas, gesto meditativo, y entre las manos ... el Rosario.

El prelado rezaba el Santo Rosario mientras procesionaba. Iba desgranando, una a una, las cuentas de las avemaría. ¡Qué ejemplo más edificante para los que tienen el rezo de Santo Rosario y la contemplación de sus Misterios, como una devoción anticuada, pasada de moda y de cuatro beatas!.

Digo yo que el prelado meditaría y rezaría los misterios Gloriosos. Los del domingo. Los vamos a recordar: la Resurrección del Señor; La Ascensión del Señor: La Venida del Espíritu Santo; La Asunción de Nuestra Señora y la Coronación de Nuestra Señora. Aunque tampoco hubiese sido descabellado que hubiese rezado - la solemnidad del día lo requería- los Misterios Luminosos. Los que creó el recordado Papa Juan Pablo II cuando sacó a la luz la encíclica sobre el Santo Rosario de la Virgen María. Vamos a recordarlos para que nadie los olvide. Son estos: El Bautismo de Cristo en el Jordán; la Aurorrevelación de Cristo en las Bodas de Caná; el Anuncio del Reino de Dios; la Transfiguración del Señor y la Institución de la Eucaristía.

Sea quienes fueran los Misterios que meditara y rezara el arzobispo de Valencia, lo bien cierto es que mons. D. Carlos Osoro demostró ser un enamorado de la Eucaristía y un enamorado de esta práctica de piedad que es el Santo Rosario. Gestos como los del prelado valenciano son los que necesitan el pueblo llano para salir de su letargo, avivar sus conciencias y ponerse en marcha.

D. Carlos con este gesto nos enseñó cómo hay que ir en una procesión. Serio, rezando, meditando, en este caso los misterios del Santo Rosario, y no saludando a unos y otros como se suele hacer o solemos hacer.

D. Carlos, que en el poco tiempo que se encuentra en Valencia ya se ha metido a los valencianos en el bolsillo, ha vuelto a dar en el clavo y nos ha enseñado cómo hay que estar en una procesión y más si como la del Corpus es honrando al mismo Jesús. ¡Que cunda el ejemplo!.

El Rosario de Cristiano Ronaldo

Quiero, desde el principio, apuntar que no voy a meterme en lo que ha pagado el Real Madrid por el fichaje del portugués Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, OIH (Funchal, 5 de febrero de 1985), conocido en el mundo del fútbol como Cristiano Ronaldo. Allá el club con sus finanzas y quiero imaginarme que, habrá estudiado muy bien la devolución de tantos millones a la entidad que se los ha prestadop. Tampoco voy a meterme en si es moral o no fichar con tanto dispendio económico en la crisis que estamos atravesandlo. Sólo pretendo centrarme en un dato que, a lo mejor, ha pasado desapercibido para la mayoria pero no para mí. Y ese dato es el Rosario que siempre acompaña al portugués de oro. ¿Devoción?. ¿Moda?. ¿Reafirmación de la fe?. No lo sé. Eso es algo que él, y solo él mejor que nadie, lo puede explicar. Pero, como feligrés de la parroquia Nuestra Señora del Rosario del Cañamelar sólo puedo sentir alegría, gratitud y orgullo.¿Porqué?. Cuando muchos que se dicen católicos desprecian el uso del rezo del Santo Rosario afirmando que eso es del pasado, que está en desuso y que sólo lo rezan cuatro beatas, el hecho de que figuras mundiales de la talla de Cristiano Ronaldo se dejen fortografiar alardeando de físico y de rosario es algo que la verdad, hace mucho bien en estos tiempos de descristianización y ausencia de valores que vivimos.

Cristiano Ronaldo, al que no le quito ningún mérito, no es el primer jugador que usa el rosario. Cuando el Levante UD. subió a Primera con Manolo Preciado, la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos regaló a cada jugador del plantel granota un rosario elaborado con avemarias azules y decenas rojas. Detalle que agradecieron los jugadores quienes, me imagino, guardarán todavía aquello porque fue el premio por un ascenso. Y un ascenso a Primera División.

Volvemos a Cristiano Ronaldo. Si ahora empiezan todos a usar el Rosario 'porque lo lleva Cristiano Ronaldo' será cuestión de que nuestros obispos hagan que los jóvenes valoren esta práctica de piedad. Que lo lleven sí, para mostrar a todo el mundo que son católicos, pero también que sirva como instrumento para rezar. Entonces habrá que agradecerle a Cristiano Ronaldo su moda y su valentía.

El fútbol, lo hemos dicho muchas veces, es un gran escaparate. Si además, una figura - el mejor jugador del mundo en estos momentos o, por lo menos el fichaje más caro de la historia del fútbol mundial - usa el rosario no como amuleto sino para mostrar a todo el mundo que además de fútbolista es un ser creyente puede hacer que el rezo del Santo Rosario se convierta de nuevo en una practica habitual no ya en nuestras familias, sino en las parroquias, algo en que fallan muchos sacerdotes.

Por suùesto que a Cristiano Ronaldo se le va a enjuiciar por sus goles y por hacer que el Real Madrid gane títulos pero no está nada mal que dé rienda suelta a sus creencias religiiosas, no las oculte y las exhiba para que quien quiera emularle lo haga.

Me viene a la memoria otro deportista de lujo, el ciclista español Carlos Sastre. Otro que también exhibe en su cuello el Rosario. Realmente estamos en una época en la que hace falta que estos deportistas, con estos gestos, haga que la juventud que los idolatra, siga ese camino y alardeen como ellos de ser personas importantes en su oficio pero ante todo ser personas religiosas que exhiben sus creencias y que no tratan de ocultarlas.

Otro caso, este más cercano a nosotros. El ex-ciclista valenciano Ángel Luis Casero. Cuando competía lo hacía con una estampa de la Virgen de los Desamparados. Y cuando ganó la Vuelta a España no dudó en mostrarla ante la prensa en la rueda de prensa final. Son gestos que vienen bien en estos tiempos que vivimos y que, de vez en cuando, son necesarios que se publiciten para que otros sigan estos ejemplos totalmente edificantes.

Si lo importante es participar ... participemos todos de la Santa Misa

Pierre de Coubertin tuvo el acierto de inmortalizar aquella frase que, con el tiempo, se ha convertido en toda una marca del olimpismo mundial. La frase 'de marras' no tiene desperdicio. Es esta: "lo importante no es ganar sino participar". Su humanismo, al humanismo de Pierre de Coubertin me refiero ahora, ha sido una de las notas que caracterizaron a los primeros Juegos Olímpicos. Incluso hoy en día, lo máximo para cualquier atleta que se precioe es participar en unos Juegos. Si luego, además, gana, pues ... miel sobre hojuelas.

Me viene a la cabeza esto para abordar un tema en el que quiero ahondar hoy. Nuestra permanencia en Misa o nuestra participación de la Santa Misa. Dos notas totalmente distintas, dos notas totalmente dispares pero dos notas que, por suerte o desgracia, se siguen dando hoy en día.

Lo importante, lo que hay que hacer y por lo que acudimos a Misa es para tomar parte, participar y ser parte importante, junto con el sacerdote oficiante, de la Santa Misa o lo que es lo mismo de la actualización de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Ir porque toca, porque está mandado y ser un ser pasivo es como si no fuésemos. Es como aquel que en una boda no participa del banquete.

Los cristianos, los que creemos en la grandeza de la Eucaristía tenemos la obligación de hacer de Esta el centro de nuestras vidas y del domingo, el día más importante de la Semana. ¡Qué bonito resulta cuando acude la familia unida los domingos a Misa por convencimiento, para dar gracias a Dios y de paso, para mostrarse ante los ojos de todos como una verdadera familia cristiana que tiene muy claro lo que es y significa la Eucaristía!

La foto o montaje que acompaña este reportaje tiene mucho que ver con lo que estamos diciendo. Una casulla y en medio los cinco aros olímpicos. Si Pierre de Coubertín dijo que "lo importante era participar, no el triunfo" hagamos de la Misa una participación activa de todos, fieles incluidos. Ir porque toca o está mandado y mirar continuamente el reloj para ver si el cura termina y en vez de 30 ,minutos estamos 27 o 25 es como no participar de lo más fundamental que tiene el cristiano: La Santa Misa o si lo prefieren la Palabra de Dios y la Eucaristía.

Vamos a ver si actuamos como quería Pierre de Coubertín y participamos activamente de la Santa Misa. ¿Cómo?. Haciendo de lectores o contestando cuando toca. Pero en voz alta. Que se sepa que allí hay una comunidad viva y que está orgullosa de pertenecer a la Iglesia de Cristo. Así cumpliremos como cristianos y haremos del domingo el verdadedo Día del Señor.