jueves, 18 de junio de 2009

Si lo importante es participar ... participemos todos de la Santa Misa

Pierre de Coubertin tuvo el acierto de inmortalizar aquella frase que, con el tiempo, se ha convertido en toda una marca del olimpismo mundial. La frase 'de marras' no tiene desperdicio. Es esta: "lo importante no es ganar sino participar". Su humanismo, al humanismo de Pierre de Coubertin me refiero ahora, ha sido una de las notas que caracterizaron a los primeros Juegos Olímpicos. Incluso hoy en día, lo máximo para cualquier atleta que se precioe es participar en unos Juegos. Si luego, además, gana, pues ... miel sobre hojuelas.

Me viene a la cabeza esto para abordar un tema en el que quiero ahondar hoy. Nuestra permanencia en Misa o nuestra participación de la Santa Misa. Dos notas totalmente distintas, dos notas totalmente dispares pero dos notas que, por suerte o desgracia, se siguen dando hoy en día.

Lo importante, lo que hay que hacer y por lo que acudimos a Misa es para tomar parte, participar y ser parte importante, junto con el sacerdote oficiante, de la Santa Misa o lo que es lo mismo de la actualización de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Ir porque toca, porque está mandado y ser un ser pasivo es como si no fuésemos. Es como aquel que en una boda no participa del banquete.

Los cristianos, los que creemos en la grandeza de la Eucaristía tenemos la obligación de hacer de Esta el centro de nuestras vidas y del domingo, el día más importante de la Semana. ¡Qué bonito resulta cuando acude la familia unida los domingos a Misa por convencimiento, para dar gracias a Dios y de paso, para mostrarse ante los ojos de todos como una verdadera familia cristiana que tiene muy claro lo que es y significa la Eucaristía!

La foto o montaje que acompaña este reportaje tiene mucho que ver con lo que estamos diciendo. Una casulla y en medio los cinco aros olímpicos. Si Pierre de Coubertín dijo que "lo importante era participar, no el triunfo" hagamos de la Misa una participación activa de todos, fieles incluidos. Ir porque toca o está mandado y mirar continuamente el reloj para ver si el cura termina y en vez de 30 ,minutos estamos 27 o 25 es como no participar de lo más fundamental que tiene el cristiano: La Santa Misa o si lo prefieren la Palabra de Dios y la Eucaristía.

Vamos a ver si actuamos como quería Pierre de Coubertín y participamos activamente de la Santa Misa. ¿Cómo?. Haciendo de lectores o contestando cuando toca. Pero en voz alta. Que se sepa que allí hay una comunidad viva y que está orgullosa de pertenecer a la Iglesia de Cristo. Así cumpliremos como cristianos y haremos del domingo el verdadedo Día del Señor.

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