Quiero, desde el principio, apuntar que no voy a meterme en lo que ha pagado el Real Madrid por el fichaje del portugués Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, OIH (Funchal, 5 de febrero de 1985), conocido en el mundo del fútbol como Cristiano Ronaldo. Allá el club con sus finanzas y quiero imaginarme que, habrá estudiado muy bien la devolución de tantos millones a la entidad que se los ha prestadop. Tampoco voy a meterme en si es moral o no fichar con tanto dispendio económico en la crisis que estamos atravesandlo. Sólo pretendo centrarme en un dato que, a lo mejor, ha pasado desapercibido para la mayoria pero no para mí. Y ese dato es el Rosario que siempre acompaña al portugués de oro. ¿Devoción?. ¿Moda?. ¿Reafirmación de la fe?. No lo sé. Eso es algo que él, y solo él mejor que nadie, lo puede explicar. Pero, como feligrés de la parroquia Nuestra Señora del Rosario del Cañamelar sólo puedo sentir alegría, gratitud y orgullo.¿Porqué?. Cuando muchos que se dicen católicos desprecian el uso del rezo del Santo Rosario afirmando que eso es del pasado, que está en desuso y que sólo lo rezan cuatro beatas, el hecho de que figuras mundiales de la talla de Cristiano Ronaldo se dejen fortografiar alardeando de físico y de rosario es algo que la verdad, hace mucho bien en estos tiempos de descristianización y ausencia de valores que vivimos.
Cristiano Ronaldo, al que no le quito ningún mérito, no es el primer jugador que usa el rosario. Cuando el Levante UD. subió a Primera con Manolo Preciado, la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos regaló a cada jugador del plantel granota un rosario elaborado con avemarias azules y decenas rojas. Detalle que agradecieron los jugadores quienes, me imagino, guardarán todavía aquello porque fue el premio por un ascenso. Y un ascenso a Primera División.
Volvemos a Cristiano Ronaldo. Si ahora empiezan todos a usar el Rosario 'porque lo lleva Cristiano Ronaldo' será cuestión de que nuestros obispos hagan que los jóvenes valoren esta práctica de piedad. Que lo lleven sí, para mostrar a todo el mundo que son católicos, pero también que sirva como instrumento para rezar. Entonces habrá que agradecerle a Cristiano Ronaldo su moda y su valentía.
El fútbol, lo hemos dicho muchas veces, es un gran escaparate. Si además, una figura - el mejor jugador del mundo en estos momentos o, por lo menos el fichaje más caro de la historia del fútbol mundial - usa el rosario no como amuleto sino para mostrar a todo el mundo que además de fútbolista es un ser creyente puede hacer que el rezo del Santo Rosario se convierta de nuevo en una practica habitual no ya en nuestras familias, sino en las parroquias, algo en que fallan muchos sacerdotes.
Por suùesto que a Cristiano Ronaldo se le va a enjuiciar por sus goles y por hacer que el Real Madrid gane títulos pero no está nada mal que dé rienda suelta a sus creencias religiiosas, no las oculte y las exhiba para que quien quiera emularle lo haga.
Me viene a la memoria otro deportista de lujo, el ciclista español Carlos Sastre. Otro que también exhibe en su cuello el Rosario. Realmente estamos en una época en la que hace falta que estos deportistas, con estos gestos, haga que la juventud que los idolatra, siga ese camino y alardeen como ellos de ser personas importantes en su oficio pero ante todo ser personas religiosas que exhiben sus creencias y que no tratan de ocultarlas.
Otro caso, este más cercano a nosotros. El ex-ciclista valenciano Ángel Luis Casero. Cuando competía lo hacía con una estampa de la Virgen de los Desamparados. Y cuando ganó la Vuelta a España no dudó en mostrarla ante la prensa en la rueda de prensa final. Son gestos que vienen bien en estos tiempos que vivimos y que, de vez en cuando, son necesarios que se publiciten para que otros sigan estos ejemplos totalmente edificantes.
jueves, 18 de junio de 2009
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