viernes, 19 de junio de 2009

El Corpus del Patriarca, un monumento de Exaltación a la Eucaristía que muy pocos valencianos conocen

Ayer presencié la Octava del Corpus. ¡Qué gozada!. Aún tengo el bello de punta. Con qué sobriedad pero con qué recogimiento y elegancia. Razón tenía el Patriarca cuando 'inventó' está Fiesta en honor a lo más preciado que los católicos tenemos: la Eucaristía.

La música gregoriana que antecede a la procesión claustral es todo un monumento para los oídos de ahí que la Capilla prácticamente se quede pequeña de tantos como quieren asistir a ese goce que supone las vísperas, en gregoriano y completas en polifonía, a ocho voces, del Corpus Christi que, para la ocasión, interpreta de forma y manera magistral el Coro del Patriarca.

La grandeza de la Ceremonía es que hoy, en pleno siglo XXI, se interpreta tal y como se hiciera en tiempos de San Juan de Ribera (1532 - 1611, en pleno siglo XVI) lo que realza todavía más la importancia de esta fiesta tan singular.

Así, los capellanes y seminaristas del Real Colegio Seminario, siguiendo uno de estos ritos, ofrecieron por la mañana, tras la misa de las 10 horas, un total de 12 ramos de espigas al Santísimo, que permaneció expuesto en el altar mayor de la capilla para la devoción popular.

De igual modo, esos mismos capellanes y seminaristas del Real Colegio Seminario participaron en el “Canto de los Alabados”, también del siglo XVI, mientras caminan en procesión hacia el altar mayor para adorar al Santísimo Sacramento.

La procesión fue presidida por el obispo de Ibiza y antiguo colegial Vicente Juan Segura y, antes de la custodia pero en un sitio relevante el rector del colegio, Miguel Navarro, todo un erudito en la familia de los Borja especialmente en la figura de Calixto III . La Misa conventual fue presidida por otro antiguo colegio el obispo emérito de León Antonio Vilaplana, uno de los prelados españoles que tiene subrayado este día en su agenda y que si no es por enfermedad nunca falla.

¿Sentimientos?. Uno la verdad no sabe qué decir. Solo apunta una cosa: que ningún valenciano debería de dejar de presenciar aunque solo fuera una vez en su vida esta magna y grandiosa Fiesta que en honor a la Eucaristía realiza todos los años el Colegio del Corpus Christi que, para la ocasión, luce sus mejores galas. Si acuden el año que viene ya verán cómo no me paso ni un solo ápice de cuanto estoy diciendo.

No quiero terminar sin hacer en voz alta mío un pensamiento ¿podría ser alguna vez la Octava del Corpus del Patriarca, 'Obra Maestra de Patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad', lo mismo que es el Misteri d'Elx, por poner un ejemplo?. Salta a la vista la importancia que tiene, la grandiosidad no exenta de sentido litúrgico que conlleva y que estamos, no lo olviden, ante una obra que tiene ya más de 400 años de vigencia.

El Colegio prepara una gran fiesta para el 2011. No estaría nada mal que para entonces este nombramiento estuviese resuelto. Sería un motivo más para no dejar de acudir a ver lo que siempre digo cuando hablo de la Octava del Corpus, un monumento sonoro y litúrgico a lo más importante que tiene el católico: la Eucaristía.

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