Per Josep Aledón i Esbrí
Naix en Benimaclet en abril de 1844 i falta en el Canyamelar el 17 d’agost de 1911 als 67 anys, sent soterrat en el Cementeri Municipal del Cabanyal.
Enguany es conmemora el centenari de la seua defunció, sent paradoxalment el record de la seua mort una bona ocasió per a parlar de la seua vida.
Desde molt jove exerceix el seu ministeri en l’ermita dedicada a la Verge del Rosari en el Canyamelar que, en eixe temps, era tan sols una coadjutoría de la Parroquia de St. Tomàs de València.
Fou conegut en tot el poble com “el vicariet” per lo jove que era, com hem dit, quan vingue al Canyamelar, pero, malgrat el diminutiu, ja era un home d’una peça.
Amb tots tractava i tots el respectaven, cosa estranya en aquell darrer quart del segle XIX, tan térbol social i políticament.
Aixó ho testimonia Joan Renau (1913-1990), poc sospitós de clericalisme, que vixqué de xiquet en el Canyamelar en els anys vint del passat segle i que, sens dubte, ho escoltà de boca dels seus majors: “Don Luis Navarro era un hombre muy bueno y muy pobre. Era el cura de la parroquia del Rosario. Le tocó trabajar como un burro durante muchos años para que le nombrasen párroco…
Los obreros del Cabañal y del Cañamelar que trabajaban en el puerto, que nunca iban a misa y que soltaban unos tacos espantosos cuando hablaban, le querían mucho. Decían que era anarquista, como ellos y, que por eso era tan bueno…
Un día hubo un incendio muy grande en el Cabañal. Las barracas ardían como si fuesen de papel y la gente corría chillando sin saber dónde ir… como no había bastante agua, don Luis se metió en la acequia de Pixavaques, que era muy honda, con sotana y todo. Iba llenando pozales de agua sucia y los pasaba a unos hombres que formaban fila, hasta echarlos en medio de las llamas.
Aquello duró toda la noche. Al día siguiente todo era carbón. Muchas personas lo habían perdido todo. Don Luis, que siempre había dado muchas limosnas, llamó a toda aquella gente y le repartió todo lo que tenía.
Don Luis buscaba trabajo para la gente que se lo pedía. Cuando se les acababa el trabajo, deba un duro a cada uno de los que iban a verle.
Su hermana ponía una mesa muy larga de madera de pino detrás de una cortina y la llenaba de cosas de comer. Entonces se iban acercando, una a una las personas que estaban formando cola y decían: “Ave María Purísima”. La hermana contestaba “sin pecado concebida” y, cogiendo una faca de hoja larga y azul, cortaba un trozo de longaniza, de chorizo o de sobrasada. Sacaba el brazo por entre las cortinas y lo iba dando.
El tablero de la mesa estabas lleno de cortes pequeñitos del filo de la faca. Cuando se acababa el embutido, daba dinero.
Cada viernes, don Luis y su hermana se quedaban sin comer y sin dinero. Entonces, cerraban la puerta de la calle y la gente ya sabía que ese día no tenía que acercarse.
Cuando murió el padre Luis, su hermana tuvo que vivir de limosna hasta que una familia la acogió en su casa”[1]
Algo que molt poca gent del Canyamelar i, del Marítim en general, sap es que gràcies a una sugerencia del Pare Lluis es va fundar en 1919 l’Asil per a xiquetes N.S. del Carme (l’actual Centre Sociosanitari N.S. del Carme), front a la platja del Cabanyal, per disposició testamentaria de Na Eugenia Vinyes.
En Lluis sempre va fer tot lo que va poder per els seus veins, distinginse especialment durant la terrible epidémia de cólera del estiu de 1885, que causá 331 víctimes mortals en el Poble Nou de la Mar. Aquella situació va tornarse tan desesperada que el pare Lluis, agotades les mesures mediques, va decidir traure en processó de prégaria al Stm. Crist dels Afligits (pot ser, mai una advocació ha sigut tan adequada), Patró del Canyamelar, per a conçol dels nostres avantpassats.
La Exma. Diputació de València le concedeix la Medalla de la Beneficencia per la seua dedicació durant l’epidemia.
Si la figura del pare Lluis va ser molt important per a tots el habitants de les antigues partides del Canyamelar, Cabanyal i Cap de França, es a dir, del Poble Nou de la Mar, per a una entitat cultural feliçment en actiu huí, va ser fonamental, puix ell, junt al mestre d’escola En Vicent Ballester Fandos, va ser fundador, en l'any 1880, del “PATRONAT MUSICAL DE POBLE NOU DE LA MAR”, guardonat avantpassat directe de l'actual "ATENEU MUSICAL DEL PORT”.
Eixe va ser el Reverend En Lluis Navarro Oliver, el pare Lluis, per qui es tingué que fer una col.lecta per a pagar el seu soterrar.
No tenía un xavo.
[1] Renau, Juan. “Pasos y sombras”. México, 1953, pp. 20-21-
(José Angel Crespo).- Damos la enhorabuena al amigo José Aledón por este trabajo. ¡Ojala sea el primero de otros muchos!.
Por nuestra parte, además de felicitar al autor por esta apróximación al pare Lluis Navarro justo en el año en que se conmemora el centenario de su fallecimiento, aprovechamos estas líneas para abrirle este modesto 'blog' pues él igual que quien redacta estas líneas tenemos muy claro que EL CAÑAMELAR TAMBIÉN EXISTE aunque otros quieran ningunearlo, obviarlo y lo más lamentable de todo, que no conste en los escritos para así hacerlo desaparecer.
¡Aledón aquí tienes estos APUNTES DEL CAÑAMELAR para ser la voz, la noticia, el ayer y hoy de un barrio que tiene muchas singularidades que le son propias y muchos prohombres que o han nacido, o viven o han decidido asentaese en El Cañamelar. Y por ellos, por ese legado que nos dejaron y ahora disfrutamos, vale la pena este esfuerzo. GRACIAS.
sábado, 19 de noviembre de 2011
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