La Hermandad del Cristo de los Afligidos se une a la Antigua, ilustre, Pontificia y Real Archicofradía y ofrece una Misa en el Rosario

(Desde El Cañamelar y el Rosario, José Ángel Crespo Flor)

La Hermandad del Cristo de los Afligidos del Cañamelar ofrecerá hoy, en Nuestra Señora del Rosario (arciprestazgo san Pío X), una Misa en honor al Santísimo Cristo del Salvador, titular de la Real Iglesia del Salvador y con la que existe un hermanamiento. Con ello se quiere mantener viva esa relación y esta Misa es el inicio de una amistad que se espera sea permanente y dure muchos años.

Desde el colectivo semanasantero que preside Joaquín Reig se insiste en que 'este primer paso que se realiza en la parroquia Nuestra Señora del Rosario a cargo de la Hermandad del Cristo de los Afligidos, ha de tener continuidad en años venideros para que se asiente y sea algo común en el calendario de actividades de este colectivo que tiene por titular a quien desde este año de 2010 es considerado como Señor, Patrono y Protector del Cañamelar".

Las mismas fuentes insisten en que se ha tomado esta fecha, la Dedicación de la Basilica de San Juan de Letrán, porque es la fiesta del Cristo del Salvador y porque en cierta manera se quiere que resuene al mismo tiempo en la Real Iglesia del Salvador (Valencia) y en la parroquia Nuestra Señora del Rosario (Cañamelar) una Eucaristía en honor a este Crucificado tan importante para toda la ciudad de Valencia como son estas fiestas que organiza la Antigua, Ilustre, Pontificia y Real Archicofradía y Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador.

Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán

La paz decretada por Constantino en el 313 pone fin a las persecuciones. Los cristianos salen de las catacumbas para celebrar su culto en lugares públicos. El mismo Constantino manda edificar iglesias en todo el imperio y dona su palacio de Letrán, en el monte Celio, al Papa Melquíades, como residencia de los Papas y para erigir la primera iglesia cristiana, que es consagrada en el 324 por el Papa san Silvestre y dedicada al Salvador.

Se llama también «Basílica de Constantino», por haber ordenado él su construcción. En el siglo XII recibe el actual nombre de San Juan de Letrán. Dos veces destruida por incendios, es ventajosamente reconstruida. En ella se celebran cinco concilios ecuménicos. Hoy es la catedral del Papa como Obispo de Roma. Su actual esplendor se debe a Sixto V (papa 1585-1590) y a León XIII (1878-1903).

Es la «madre y cabeza de todas las iglesias de la Urbe y del Orbe», que son lugares privilegiados del encuentro salvador de Cristo Resucitado con los hombres mediante la Palabra y la Eucaristía.