(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor)
Volvemos a incidir sobre el cólera que padece la ya desesperada población de Haití. Y lo volvemos a hacer porque insistimos, en este barrio, en El Cañamelar, se recuerda esta misma epidemia. Entonces era 1885, hace ahora 125 años, y también causó muchos destrozos a nivel económico y familiar pues fueron muchos los que murieron a causa de esta epidemia.
Tanto desastre causó el cólera que el entonces párroco del Rosario, el recordado padre Luis Navarro Oliver (con calle propia en el barrio), consideró necesario sacar en procesión al Cristo de los Afligidos por las calles del barrio para que su presencia llevase consuelo, paz y esperanza a todos, en especial a las familias que habían perdido con la terrible epidemia algún ser querido. 125 años después de aquella primera salida pública y oficial (sucedió el 11 de octubre de 1885) al Cristo de los Afligidos ya se le reconoce como Señor, Patrono y Protector del Cañamelar.
De ahí que en El Cañamelar (Valencia) y concretamente en la Hermandad, que tiene como titular al Cristo de los Afligidos, el mismo que salió hace 125 años por las calles del barrio, seamos especialmente sensibles a esta catástrofe porque hay que tratar esta epidemia del cólera que sufre Haití como una nueva catástrofe.
LA NOTICIA DE EFE
La epidemia de cólera que sufre Haití desde hace un mes ha causado la muerte de 1.186 personas, mientras que 49.418 han sido atendidas en los centros médicos, informaron hoy las autoridades sanitarias.
La enfermedad, que se ha extendido a ocho de los diez departamentos del país, ha ocasionado la hospitalización de 19.646 personas, de las que 18.872 se han curado tras recibir el correspondiente tratamiento.
El número de muertos por día se cifra ahora en 73 desde que se suministró el informe anterior y el departamento Norte pasó a ser el lugar con mas muertos diarias, con 20 fallecimientos registrados.
Artibonite, uno de los primeros focos del brote, registró 17 muertes, el noroeste 14 y el oeste 11, al igual que el Plateau Central (este).
El sureste, que estaba libre de la epidemia, registró seis casos.
En la vecina República Dominicana, donde no hay víctimas mortales, el número de enfermos de cólera ascendió a tres al declararse dos nuevos casos que afectan a una abuela y a su nieta, de tres meses, ambas dominicanas.
Estos dos casos se suman al del haitiano Wilmo Louwe, el primer enfermo de cólera declarado en la República Dominicana tras desatarse la epidemia.
Por todo ello, y gracias a las dotes de escritor del sacerdote valenciano, periodista y poeta Antonio Díaz Tortajada, hemos oficializado esta oración, que ahora la publicitamos, para acompañar cualquier escrito en que se hable del cólera. Espero que a ustedes les guste y lo más importante, la hagan suya, la recen y se acuerden de los muertos - pasan ya de mil - que ha causado el cólera en Haití
PADRENUESTRO ANTE LA ENFERMEDAD
Por Antonio DÍAZ TORTAJADA (Sacerdote-periodista)
Padre nuestro,
Señor del cielo y la tierra
en cuyas manos está la salud y el remedio,
la muerte y la vida,
y para que se conserven los hombres en ella,
y sanen de todas sus enfermedades,
no solo pusiste tantas virtudes
en las yerbas y plantas para curarlas
sino que pusiste a tus santos ángeles
como especiales abogados,
contra tantas y tan diversas enfermedades,
como a las que vivimos sujetos los hombres.
Ayúdanos a ver que la enfermedad
tiene una parte muy importante en nuestra vida.
Ella nos ayudará a ser plenamente
las personas que tú quieres que seamos.
No permitas
que perdamos o desperdiciemos
lo que tú quieres hacer con nosotros
para hacer completa nuestra vida en esta tierra
y para preparar nuestra vida contigo en el cielo.
Perdónanos, Señor,
por todas las veces que te hemos fallado,
por nuestros fallos
contra nosotros mismos y los demás.
Al mismo tiempo,
perdónanos a todos los que nos han fallado
de alguna manera y nos han herido.
Ahora no podemos orar de la manera que quisiéramos.
Estamos doloridos, cansados y confundidos.
Te pedimos que aceptes cada respiro nuestro
como un acto de amor y de confianza en Ti.
Tú eres nuestro Salvador.
Queremos descansar sobre tu amante corazón
en la seguridad y en la paz,
como un niño en los brazos de su padre.
Sabemos que tú no nos abandonarás jamás.
Te amamos, mi Señor,
y quisiéramos amarte con todo nuestro corazón
Líbranos ahora y siempre en Haití, en Asia o África
de todo contagio y epidemia
como libraste a los afligidos vecinos
del Cañamelar y Pueblo Nuevo del Mar.
No solo Señor te pedimos
nos libres de las enfermedades
que amenaza a los cuerpos,
sino también de las que matan las almas.
Amén.
viernes, 19 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario