jueves, 21 de julio de 2011

PERSONAJES DE 1929. Hoy ... Imre Kertész, 1929 (Premio Nobel 2002)

(Desde El Cañamelar, Valencia, José Ángel Crespo Flor)

El año 1929 ha de ser un año importante para todos los que vivimos en El Cañamelar o, por lo menos, para todos los que estamos metidos en la Hermandad del Cristo de los Afligidos pues fue, precisamente en 1929 cuando este colectivo comenzó a tomar parte activa en las procesiones de nuestra incomparable Semana Santa Marinera de Valencia. Por ello, porque queremos potenciar el 1929 es por lo que vamos a insertar algunas biografías de hombres importantes que nacieron en ese año. Iniciamos esta serie con un Premio Nobel, se trata de Imre Kertész, uno de los pocos supervivientes de los campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald, en la Segunda Guerra Mundial. Una persona por lo tanto, con historia, personalidad, talento y que puede aportar muchas cosas si leeemos alguna de sus obras..

La idea que nos ha movido al realizar esta serie es, de alguna forma, relacionar el nacimiento de la Hermandad (ocurrido en la Semana Santa Marinera de Valencia de 1929) con el nacimiento de algunas personas que, como el caso que nos ocupa, encumbraron su inteligencia y saber para beneficio de la humanidad entera. 

** Biografía

El escritor húngaro Imre Kertész, de 72 años, obtuvo el Premio Nobel de Literatura 2002, otorgado por la Academia Sueca a "una obra que expone la experiencia frágil del individuo contra la arbitrariedad bárbara de la historia".

Vástago de una familia judía, nació en Budapest el 9 de noviembre de 1929. Contaba con tan solo 15 años cuando fue deportado al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. El año 1945 fue liberado del exterminio de Buchenwald, tras la caída del Tercer Reich. El horror del Holocausto y la persecución bajo el nazismo han marcado su obra, desde su primera novela Sorstalanság [Sin destino], publicada en 1975, que le llevó diez años de trabajo, y que de modo autobiográfico narra la historia de una masa indiscriminada, "gente a la que no sólo se le arrebató la vida, sino también perdió toda ambición, todo destino, la razón, el deseo. Todo". Esta "opera prima" se convirtió más tarde en trilogía, con la incorporación de A Kudarc ("Fracaso", 1988), y Kaddis a meg nim születt gyermekért ("Kaddish por un niño que nunca nació", 1992), esta última, a modo de plegaria por un nonato, que no deberá asistir a la realidad de un mundo generador de monstruosidades como Auschwitz.

Ganó inicialmente el sustento diario como periodista. El diario para el que escribía fue declarado en breve tiempo órgano del Partido Comunista, y él fue despedido el año 1951, ganándose posteriormente la vida como traductor de autores como Nietszche, Freud, Canetti, y otros, y como guionista. Desde el año 1953 vive como escritor independiente.

A sus 72 años, Kertész es un militante de la independencia del hombre frente al poder político y la batalla individual humana, frente a los corsés de las banderas ideológicas. El escepticismo y el repudio a las dictaduras es el trasfondo, asimismo, del libro en el que trabaja actualmente, Liquidation, en que nuevamente confronta su memoria con el fin de la era comunista tras el Telón de Acero.

Ha escrito musicales y piezas amenas para la escena teatral. Ha recibido el Premio de Literatura de Brandemburgo (1995), y el Premio del Libro de Leipzig (1997). Entre sus obras destacan Otro (1997), El fracaso (1988), Diario de la galera (1992), y Un instante de silencio en el paredón (1998). Algunas de sus obras han sido traducidas al castellano por editoriales como Plaza y Janés, Círculo de Lectores, Herder y El Acantilado.

El escritor, primer húngaro premiado con el Nobel de Literatura, recibió el galardón el 10 de diciembre coincidiendo con el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.

** Imre Kertesz, Premio Nobel de Literatura 2002

La Academia Sueca entregó este año el Premio Nobel de Literatura al húngaro Imre Kertész. La obra del escritor de origen judío, nacido en Budapest en 1929, gira en torno a su experiencia como sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald, en la Segunda Guerra Mundial. Poco conocido en Chile, es el primer escritor húngaro que recibe la distinción. Crítico de la experiencia nazi, pero también del estalinismo, así como del "capitalismo rampante" que, según denunció hace poco, arrasa con Europa del Este, Kertész fue una buena alternativa para la Academia Sueca, que premió el año pasado a V. S. Naipaul, novelista y ensayista británico nacido en Trinidad, de padres de ascendencia india y perfil conservador.

** Intelectual en las sombras

Kertész comenzó su carrera como narrador en forma tardía. Después de la Segunda Guerra Mundial, trabajó como periodista, pero dejó de hacerlo tras el alineamiento de Hungría en la órbita comunista. Al imponerse la censura en la prensa húngara se ganó la vida escribiendo guiones de radio y de espectáculos teatrales. Solamente en 1975 comenzó a escribir sobre los campos de concentración. Sin Destino, su primera novela, no tuvo inicialmente ninguna repercusión, porque su existencia fue callada por la censura. Tuvo que esperar más de diez años para que fuera reconocida por la crítica y el público. Recién a comienzos de los '90 llegó a ser considerado un eminente narrador e intelectual europeo. Kertész prolongó su exploración en torno a "la máxima verdad sobre la degradación del ser humano en la historia moderna", como explica la Academia Sueca, a través de obras como Yo, el Otro; Kadish Por el Hijo No Nacido y Fiasco. En 1995 recibió el Premio de Literatura de Brandeburgo y dos años más tarde el Premio del Libro de Leipzig. Su próxima obra, titulada provisionalmente Liquidación, supone un nuevo vistazo al holocausto, aunque esta vez en el marco de la transición a la democracia en Hungría.

** Un premio a la tradición húngara

Con la entrega del Premio Nobel de Literatura 2002 a Imre Kertész se le otorga un reconocimiento a una de las tradiciones literarias más activas, pero a la vez menos valoradas del mundo. Una literatura que comenzó a destacarse a fines del siglo XIX y principios del XX con figuras como Sandor Petofi y Endry Ady, pero que ha enfrentado serias dificultades para alcanzar reconocimiento fuera de sus fronteras por la complejidad de su traducción.

En ese entonces, cuando el país pertenecía al imperio austrohúngaro, las letras magiares se caracterizaron por su compromiso con la identidad nacional. A los poetas como Petofi y Andy se agregan prosistas como Dezs Kosztolanyi y Zisgmond Moricz. Todos formaron la llamada edad de oro de la literatura húngara, caracterizada por su humanismo y un profundo contenido social. Esa tradición, sin embargo, se quebró a fines de los años '60.

Hoy la literatura húngara se caracteriza por el rompimiento de todos los moldes, por el quiebre de las estructuras y por el compromiso con la libertad de la escritura. Una literatura de vanguardia donde destacan, junto a Peter Esterhazy, figuras como Georgy Konrad y Peter Nadas. Todos han encontrado en su biografía un material central para escribir. El Libro de la Memoria de Nadas y el Libro de Hrabal de Esterhazy son buenos ejemplos. Realidad y ficción se entremezclan, porque, como dijo Esterhazy, la libertad de la literatura impide poner límites entre lo real y lo ficticio. Y es justamente esta apuesta por la experiencia vital lo que también caracteriza a Imre Kertész.  


** Bibliografia:

• Sin destino. Barcelona: Círculo de Lectores, 1997. 240 p. ISBN: 8422668203. 
• Sin destino. Barcelona: Plaza & Janés, 1996. 200 p. ISBN. 8401009944. 
• Un instante de silencio en el paredón: el holocausto como cultura. Barcelona: Herder, 1999. 144 p. ISBN. 842542125X. 
• Kaddish por el hijo no nacido. Barcelona: El Acantilado, 2001. 152 p. ISBN. 8495359375. 
• Yo, otro: crónica del cambio. Barcelona: El Acantilado, 2002. 144 p. ISBN. 8495359901. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario