(Agencia EFE, 27 de enero de 2011)
Los presidentes polaco y alemán, Bronislaw Komorowski y Christian Wulff, participan en los actos de conmemoración del día internacional del Holocausto y el aniversario de la liberación del campo de Auschwitz, símbolo del genocidio de la población judía durante el nazismo.
"La juventud tiene el deber de recordar los crímenes perpetrados en Auschwitz para poder así construir un mejor futuro", afirmó Komorowski tras el encuentro que ambos mandatarios mantuvieron con estudiantes y antiguos prisioneros del campo de concentración.
"Auschwitz mostró que el mundo puede ser maligno y terrible, pero también que debemos construir un mundo más agradable, sabio y bueno", añadió el jefe de Estado de Polonia, quien confesó que la guerra ha dejado una "huella" de dolor en varias generaciones de polacos, incluida la suya, con una niñez marcada por las "memorias de la guerra", los "crímenes nazis" y la insurrección de Varsovia.
El presidente alemán reconoció que, siendo un muchacho, comenzó a hacer preguntas sobre el Holocausto, hasta que fue consciente de la "barbarie" de que, "simplemente, los nazis mataron a todos", dijo.
Tras su encuentro con jóvenes y supervivientes, los jefes de Estado depositaron coronas de flores en recuerdo de las de un millón de personas que fueron asesinadas entre las alambradas de Auschwitz, en su gran mayoría judíos.
Hace 66 años las tropas soviéticas liberaron Auschwitz-Birkenau, la fábrica de muerte nazi, campo de exterminio construido en 1940 y convertido hoy en un museo-memorial que recibió en 2010 cerca de un millón y medio de visitantes.
La fecha de la liberación del campo de concentración ha sido elegida para conmemorar el día internacional del Holocausto, el desenlace de la "solución final nazi al problema judío".
66 años después, las instalaciones de Auschwitz se enfrentan a la erosión del tiempo, y muchas de las antiguas instalaciones y objetos del campo necesitan una reparación urgente para evitar su destrucción, como explicó recientemente el responsable de la fundación Auschwitz-Birkenau, Jacek Kastelaniec.
El objetivo de la fundación Auschwitz-Birkenau es reunir 120 millones de euros antes del final de 2015, un dinero que se invertirá en un fondo seguro para que genere unos intereses anuales de entre cuatro a cinco millones de euros, la cantidad necesaria para abordar cada temporada las reformas más necesarias.
Recientemente Alemania anunció la donación de 60 millones de euros con este fin.
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