(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor)
Hablar siempre de la Casa de Caridad es hablar de una institución que desde que se creó a dado gloria a Valencia. Resulta pues importante que los valencianos, que siempre hemos visto la gestión de Casa de la Caridad como un ejemplo a seguir y algo de lo que sentirnos orgullosos, apoyemos con nuestros donativos su gestión. Gestión que ahora, y gracias a la crisis aguda por la que atraviesa España, se ha tenido que multiplicar y ha tenido que duplicar sus raciones de comida. Algo como el milagro de las Panes y los Peces del Evangelio.
Resulta desde luego espectacular lo que ha realizado a lo largo de estos q04 años Casa de Caridad. Es algo a emular y a que tome ejemplo la clase política porque aquí, en Casa de caridad, no existen ni partidos ni colores, todo se fundamenta en lo que dice el evangelio "dar de comer al hambriento y vestir al desnudo". En definitiva es tender la mano a aquel que lo necesita sin mirar si es blanco o negro, católico o de otra religión. Para Casa de caridad lo único que interesa es que quien llama a sus puertas se le atienda y se le ofrece lo indispensable para 'ir tirando'. ¡Ojalá nuestros políticos se dieran una vuelta por casa de Caridad o se personasen a la hora de la comida. Seguro estoy que actuarían de otra forma y desde luego Casa de Caridad no es que nadase en abundancia que no es su finalidad pero sí al menos podría atender casos urgentes no previstos de antemano.
Desde la Hermandad del Cristo de los Afligidos del cañamelar, que celebra este año de 2010 el 125 aniversario de la primera salida oficial y pública de su Titular (hecho que ocurrió en el cólera de 1885), queremos hacer una llamada a la generosidad de los valencianos. Una generosidad que nadie pone en duda porque es una de las capitales que siempre responde ante una catástrofe. Ahora no se trata de ninguna catástrofe sino de atender día a día a todo aquel que se ve obligado a acudir a la Casa de la Caridad porque le falta lo imprescindible para poder vivir: la comida de cada día o si vamos de nuevo al Evangelio "el pan nuestro de cada día".
LA NOTA DE PRENSA
Casa Caridad de Valencia celebrará el próximo 19 de julio su 104 aniversario, sin haber cerrado sus puertas ni un solo día desde su fundación en 1906 y con 45 millones de raciones repartidas, ha informado la entidad en un comunicado.
En ese año, un grupo de ilustres valencianos apoyados por el alcalde José Sanchís Bergón tuvieron la iniciativa de crear un comedor social para atender a los más necesitados, con el objetivo de erradicar la mendicidad de las calles de Valencia. Hoy, más de un siglo después, Casa Caridad sigue siendo tan necesaria como entonces y, al igual que ocurría a comienzos del siglo XX, sigue contando con el apoyo de todo el pueblo valenciano para cumplir con su misión social.
Casa Caridad es una entidad privada, independiente y sin ánimo de lucro. La única ONG centenaria de la ciudad ha repartido desde su creación más de 45 millones de raciones de alimento y ha albergado a cientos de miles de personas sin hogar en sus instalaciones, han destacado las mismas fuentes.
Con el paso del tiempo, la asociación "ha sabido adaptarse a los cambios sociales y a las nuevas demandas de la población ampliando sus servicios, que en la actualidad comprenden un comedor social, un albergue, un centro de día para transeúntes crónicos, una escuela infantil, ropero y programas de higiene, búsqueda de vivienda, ocio y tiempo libre", han añadido.
Desde el año 2000 su gestión está profesionalizada y cuenta con un equipo de más de 40 empleados, entre trabajadores sociales, educadores, psicólogos, maestras, responsables de acogida y personal de administración. Además un grupo de 104 voluntarios presta su apoyo en distintas áreas, colaborando con su tiempo a la reinserción social de los más desfavorecidos.
El pasado ejercicio, Casa Caridad realizó un total de 392.192 actuaciones, lo que supuso un incremento del 80,4% respecto al año anterior. Este aumento de atenciones se debió, en gran medida, a la incorporación de un nuevo tipo de usuario de sus servicios: las personas normalizadas que a consecuencia de la crisis económica se encontraron sin recursos con los que hacer frente a su día a día. Este colectivo se ha unido al de los inmigrantes irregulares, personas sin hogar y en riesgo de exclusión social y usuarios con problemáticas de adicciones (alcohol, drogas, ludopatías) principales receptores de las ayudas de Casa Caridad.
Para seguir haciendo frente a las necesidades sociales, durante 2010 Casa Caridad ha puesto en marcha dos nuevos proyectos. Así, en marzo de este año comenzó en fase piloto el módulo de convalecientes, que atiende a personas carentes de redes de apoyo o familiares en estado postoperatorio, realizando acompañamientos, cuidados y atenciones básicas.
Junto a este nuevo servicio, en septiembre abrirá sus puertas la nueva escuela infantil que la Asociación ha construido en Torrent y que cuenta con 43 plazas para niños entre 1 y 3 años provenientes de familias en situación de exclusión social.
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