sábado, 31 de julio de 2010

El 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor, Siete Aguas se vuelca con el Cristo de los Afligidos

 (Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor)

La población valenciana de Siete Aguas se prepara, como todos los años, para celebrar y honrar al Santísimo Cristo de los Afligidos. Una fiesta en la que se vuelca todo el pueblo -veraneantes incluidos-  y que prepara muy bien -como no podía ser de otra forma- el cura párroco Juan José Maset.

Y como ha ocurrido en años precedentes una representación de la Hermandad del Cristo de los Afligidos con sede en la parroquia Nuestra Señora del Rosario del Cañamelar acudirá a la Misa Solemne que presidirá el propio Juan José Maset. Visita que se volverá a realizar el 29 de agosto, festividad del Martirio de san Juan Bautista, Titular del templo de Siete Aguas. En esta ocasión será con ocasión de la Misa que realizará el propio Maset a petición de la Hermandad de Los Afligidos del Cañamelar en un acto que se pretende quede inscrito en la historia tanto de la Hermandad como de la propia parroquia de Siete Aguas.

Fuentes de la Hermandad señalaron a este blog que " lo que se pretende es que haya una relación de amistad y colaboración. Tenemos la misma advocación cristológica y aunque su Crucificado está muerto y el del cañamelar todavía está vivo,. sin la lanzada del costado y con los ojos abiertos, el hecho de tener la misma advocación ha hecho que naciera esta relación de amistad y confraternidad que, con el discurrir del tiempo, queremos se perpetúe y hasta se oficialice pues entendemos que es la mejor manera de servir a Cristo y de realizar tareas en común y que beneficie a los dos colectivos".

Narra el santo Evangelio (Lc. 9, Mc. 6, Mt. 10) que unas semanas antes de su Pasión y Muerte, subió Jesús a un monte a orar, llevando consigo a sus tres discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan. Y mientras oraba, su cuerpo se transfiguró. Sus vestidos se volvieron más blancos que la nieve,y su rostro más resplandeciente que el sol. Y se aparecieron Moisés y Elías y hablaban con El acerca de lo que le iba a suceder próximamente en Jerusalén.

Pedro, muy emocionado exclamó: -Señor, si te parece, hacemos aquí tres campamentos, uno para Ti, otro para Moisés y otro para Elías.

Pero en seguida los envolvió una nube y se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy amado, escuchadlo".

El Señor llevó consigo a los tres apóstoles que más le demostraban su amor y su fidelidad. Pedro que era el que más trabajaba por Jesús; Juan, el que tenía el alma más pura y más sin pecado; Santiago, el más atrevido y arriesgado en declararse amigo del Señor, y que sería el primer apóstol en derramar su sangre por nuestra religión. Jesús no invitó a todos los apóstoles, por no llevar a Judas, que no se merecía esta visión. Los que viven en pecado no reciben muchos favores que Dios concede a los que le permanecen fieles.

Eso sigue sucediendo a las personas que rezan con fervor. La oración les transfigura y embellece el alma y les vuelve mucho más agradables a Dios.

Dos personas muy famosas del Antiguo Testamento. Moisés en nombre de la Ley, y Elías en nombre de los profetas, venían a respaldar y felicitar a Jesucristo y a proclamar que El es el enviado de Dios para salvar al mundo.

Es un elogio hermosísimo hecho por el Padre Dios, acerca de Jesucristo. Es su Hijo Unico. Es amadísimo por Dios, y es preferido por El a todos los demás seres que existen. Verdaderamente merece nuestro amor este Redentor tan amado por su Padre que es Dios.


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