lunes, 12 de julio de 2010

Las campanas de Santa María del Mar, en el Grao, voltearon en honor de España

(Desde El Cañamelar Granota, José Ángel Crespo Flor)

Que el fútbol paralizase a toda España el pasado domingo es algo que a los que somos futboleros y apreciamos lo que en si conlleva un partido importante no nos debe de afectar. Y el Holanda - España del domingo era el partido mas importante que la Selección de España jugaba en 100 años. Por no extrañar no me extraña que fiestas y procesiones se adelantasen con tal de estar dispuestos para la gran cita. Aquellos sacerdotes que obraron en consecuencia y que se supieron adaptar a las circunstancias del momento, mis respetos y saludos.

Ello viene a darme la razón cuando el que suscribe solicitó no  suprimir ninguna procesión pero sí adecuarla al momento que se vivía aquel 13 de junio de tan gran recuerdo para la familia levantinista: el Levante recibía en el Ciutat de Valencia al Castellón en un partido en el que podía cantar el alirón de ser equipo de Primera División. No se me hizo caso. La respuesta: muchos semanasanteros estuvieron presenciando el Levante - Castellón y luego se sumaron a la fiesta del ascenso. ¿Quien salió perdiendo?

Este domingo en el que la Iglesia celebraba la Fiesta de San Benito, patrono principal de Europa, España, la selección española, el fútbol español, se encumbraba al olímpo futbolístico y alzaba el trofeo más preciado por todos los futboleros: la Copa del Mundo de Naciones. Tamaña gesta merecía un eco que lo tuvo en Santa María del Mar al hacer que todas las campanas volteasen en honor a España. En esta ocasión la iniciativa la llevó el sacerdote cubano Olbier Antonio Carbonell, adscrito a este templo pero todo el mundo sabe que su titular y principal responsable, el sacerdote Antonio Díaz Tortajada, ha hecho sonar las campanas cuando el Levante UD, con amplio respaldo social en el Marítimo, ha consumado el ascenso a la máxima categoría del fútbol español. ¡Vaya pues lo uno por lo otro!.

Pero voy más lejos el propio Antonio es el autor y, por lo tanto artífice, del 'Padre Nuestro del deportista para el Mundial Sudáfrica 2010'. Una plegaria que ha tenido un amplio eco y que hoy en día se encuentra en muchísimas páginas de Inrternet.
Esta es la oración que ha quedado - como el triunfo de España sobre Holanda- para los anales de la historia:


Padre nuestro que estás en el cielo y en cada rincón de la tierra
sobre todo donde un hombre refleja con su cuerpo y mente sana tu imagen.
Te reconocemos el Grande en el cielo y en la tierra
por todos los valores humanos presentes en el deporte.

Te bendecimos por todos los deportistas,
por sus familias y por quienes les apoyan.
Ayúdales a sacar el mayor bien de su talento y espíritu de equipo.
Padre nuestro que miras por igual a todos tus hijos
a quienes ves enfrentados jugando en el mismo estadio;
que no nos aislemos en nuestro egoísmo.
Quisiéramos realzar tu nombre
viviendo deportivamente el mensaje de aquel Monte,
con limpieza de corazón, sed de justicia, misericordia y de paz.
Que no usemos nunca la violencia o los puños para ganar
sino las normas del reglamento que deportivamente nos dignifican.

Venga a nosotros tu reino que se nos da en el don del juego
que nos permite divertirnos y crecer física y espiritualmente.
Venga a nosotros tu Reino si de verdad Dios es nuestro rey
el de la paz y el del amor y trabajamos para que Él reine en el estadio.
Aleja de nosotros los reinos de la violencia,
de la mentira, de la trampa y de la traición.

Hágase tu voluntad siempre y en todas partes.
En los estadios y en las canchas
que tus deseos no sean obstaculizados
por los hijos de la trampa y el cartón.

Danos el pan para vivir solo el momento presente
que esté amasado con inteligencia y voluntad.
Aleja de nosotros el pan de la cizaña
que siembra envidia y división porque mañana puede ser tarde.

No nos dejes caer en la tentación de almacenar lo que nos diste,
de acumular lo que otros necesitan,
de mirar con recelo al de enfrente.
Ayúdanos a eliminar la intolerancia
y a construir un mundo más fraterno y solidario;
un deporte que contribuya a hacer que se ame la vida
y que eduque para el sacrificio, el respeto y la responsabilidad,
llevando a una plena valorización de toda persona humana.
Que estemos dispuestos a pedir perdón
por lo que en el mundo del deporte se ha hecho o se ha omitido.
Y que nuestra mirada siempre este en el triunfo definitivo
donde fundamos nuestra esperanza. 
Amén.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario